dimanche 7 août 2011

A 66 días de su detención, por primera vez, Julián Conrado va a un tribunal.

A 66 días de su detención, por primera vez, Julián Conrado va a un tribunal.




Su abogado logró hablar con él
Volvió a aparecer Julian Conrado. Luego de que fuese sacado, si defensa ni abogado alguno, en la oscuridad de la incertidumbre por la falta de cargos y razones por su detención, ausencia absoluta de defensa y estando detenido-incomunicado desde el 31 de mayo -66 días y noches-, gracias esta vez a la solidaridad bolivariana y la inteligencia social (recuerden que los buenos somos mayoría y los “carteros” de Turiamo existen), Julián Conrado logro avisar que lo sacaban de la Dirección de Inteligencia Militar (DIN), un viernes a la 1:50 pm de su Carraca (prisión) en los calabozos de Boleíta, Caracas.
Ante el desconcierto provocado por lo inverosímil de otro proceso sin amparo de ley alguna, y con el agravantes “desmovilizador” de ser viernes en la tarde, con fin de semana de por medio, se prendió un alerta general de la gente decente y solidaria con su justa causa por la libertad y el asilo, conociendo otros procederes de entregas furtivas e indignas a torturadores con “cazadores de recompensas” de la oligarquía-militar Colombia.
Luego, gracias a que trabajadores de seguridad y tribunalicios pudieron informar al abogado de la Coordinadora “QUE NO CALLE EL CANTOR” y de FUNDALATIN, que desconocíamos su paradero y destino final, pudimos enterarnos que había sido llevado al Tribunal Vigésimo Sexto (26°) de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, a cargo de la ciudadana Juez NORMA CEIBA TORRES, con sigilo y sospechoso ocultamiento esquivo de los procedimientos exigidos para el debido proceso constitucional, de esta forma por fin pudo verlo, y comenzar la defensa, su abogado, el mismo que había introducido, siendo admitido para decidir, el recurso de amparo de Habeas Corpus por el Juez Braulio Sánchez, ahora por decidir en el Tribunal Supremo de Justicia, por artilugios legales que violaron lapsos y alegatos peregrinos de un supuesto “fuero” con rango de Ministro, y una juez “legalizar” su detención. ¿Enderezando entuertos?, o ¿desenredando su saco de nudos, anudando los que ya hicieron? Se sabrá.
Lo cierto es que por ahora, no lo han podido sacarlo ilegal y subrepticiamente para Colombia-EEUU. Y el gobierno parece que piensa en valorar ahora que el redil del debido proceso y del respeto a la ley, en el caso de Julián Conrado, también es el constitucional, habiendo honor y honrrando el carácter humanitario y justiciero de nuestro presidente Chávez.
Pese a presiones inmensas, triquiñuelas legales, truculentos manejos procesales y mañas judiciales perversas, por primera vez el caso Julián Conrado se acerca a algo parecido a una causa judicial, incluso apareció un fiscal, “figura” que con más de dos meses de detención, desconocia hasta entonces el cantor. A partir de ahí, entre otras cosas, se reconoce la obvia existencia de dos partes en el juicio, en este caso el procesado, que también existe como parte, y sobretodo como humano, con derechos fundamentales y procesales que respetar.
Ahora sí, tendremos que enfrentar tres procesos legales, incluso debe aparecer permanentemente la fiscalía; el de la competencia por decidir en el TSJ sobre quién debe decir el fondo de Habeas Corpus; la medida cautelar de detención contra Julián Conrado, que lo retorno preso otra vez al DIN por medida cautelar del Juzgado 26 de Control, ahora si judicial, que no legal; paralelamente cursa el caso de la solicitud de Asilo y/o Refugio entregada el jueves en Representante en Venezuela del  Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Mohamed Alwash,  certificando el Oficial de Protección, Daniel Ruíz, en copia de original del libro de Bolívar, en el que se vio obligado a escribir el poeta colombiano su solicitud de protección humanitaria de manera pública, desde su Carraca, en su condición de perseguido político, enviada a través del soldado bolivariano que clandestinamente hizo llegar a la Coordinadora “Que no calle el cantor” y a FUNDALATIN, para su posterior legalización, y curarse de sus dolencias y padecimientos delicados de salud, como refugiado y sobreviente de un país en guerra, en busca de un territorio de paz, que nunca debe formar parte del conflicto que viven los vecinos de donde viene Julián.
Esperemos que la aporreada y atribulada justicia venezolana, por decir lo menos, no haga interminable este calvario humano, dando cabida caprichosa a los intereses extranjeros, sustentada en campaña mediáticas criminalizadoras del proceso bolivariano para sustentar sus guerra interna, con un dilatado proceso, nuevos juicios y/o dilaciones innecesaria, que deterioren más la salud de un mortal aspirante a Asilo y Paz con Justicia en tierras bolivarianas, que se ha negado a morir y; canta, baila cumbia y salsa como el que más, y ríen y goza al componer canciones para el pueblo, el Che, Alí, Víctor Jara y su Comandante Chávez.
Estamos pues, en una nueva batalla por la libertad y el Asilo de Julián Conrado, y no lo olvidemos, también por un territorio de paz, que no dé cabida al Plan Colombia y resucite el Plan Cóndor, inmiscuyéndose en confitos de guerra interna de los vecinos, velando nuestros genuinos y legítimos intereses de Estado.
Que a Santos se le caliente el Champa, que tenía para festejar la captura de Julián, que a al general Naranjo y Arturo Valenzuela se le petrifique el brazo extendido que tiene los 2.5 millones de $, otro tanto en pesos colombianos para pagar a verdugos y soplones que no han podido llevarle a Julián Conrado al cadalso de sus espantosas prisiones, para la “…tortura y la muerte…”


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