mardi 25 octobre 2011

Julian Conrado, la lucha estudiantil, prisiones Bolivarianas y otras yerbas





TODO CAMBIA, VOLVAMOS A EMPEZAR

Ahora que los de ayer, ya no somos los mismos;
Ahora que sabemos que algunos traicionaron, que algunos se acomodaron y que otros se olvidaron y que pocos siguieron
Ahora que, nuestras billeteras tienen varias tarjetas de crédito
Ahora que, no hay pasado ni futuro, solo presente
Ahora que algunas universidades ya no tienen filosofía, porque no es rentable;
Ahora que las nanas peruanas salen más baratas;
Ahora que la lectura de “la orquesta roja”, fue reemplazada por los libros de Pilar Sorbo;
Ahora que la vocación del trabajo voluntario, no puede soltar el control de la tele;
Ahora que es más fácil comunicarse por twiiter, que de cara cara;
Ahora que la prensa crítica murió;
Ahora  que la verdad importa poco, solo importa lo creíble;
Ahora que el exilio se vive en Chile;
Ahora que exijo mi retribución, mis becas y mi pensión;
Ahora que mi vida privada es sagrada y es para los míos;
Ahora que los rebeldes de hoy son inmaduros y no comprenden el tiempo en que vivimos;
Ahora que recobramos la justeza de la línea;
Ahora que lo mas subversivo que hacemos, es escribir y recordar;
Ahora que estamos viejos y afortunadamente hemos adquirido la sensatez de los años;
Ahora que ya no pregonamos el desorden, sino el orden y la cordura, después de todo tenemos un modo de vida que cuidar
Como vemos, los de antes ya no somos los mismos, a lo mejor estamos muertos y el partido no nos avisó
Por eso quizás juntarnos a rendir un homenaje a los caídos tiene la virtud de asistir a un ritual que lave nuestras conciencias
Pero ahora,  también sabemos que después de los muertos, viene la política. Que esta democracia de mentira, está edificada sobre la tortura, las muertes, el saqueo, la impunidad y la traición.
No hay sociedad humana que no esté cimentada en la violencia, en el uso de la fuerza contra aquellos que resistieron o que quisieron cambiar el orden de cosas.
Ojala que el presente se nos devele en todo su drama, que salgamos de “la matrix”, en que nos quieren hacer vivir eternamente,
Propongamos volver, con humildad a los contenidos de nuestros hermanos y hermanas caídos, no como víctimas, sino como luchadores por una vida mejor y digna, donde se acabe la explotación del hombre por el hombre, donde no exista más alienación.
Sabemos que el Chile de la Concertación y de la Alianza por Chile, es una dictadura del capital y es un sistema tan injusto y violento como ayer. Es el imperio del mal, disfrazado de democracia.
Hoy también sabemos que 5 familias manejan el 60% de lo que se transa en la bolsa.
Sabemos que los bancos, el retail, la construcción, las farmacéuticas, el año pasado doblaron y triplicaron sus ganancias a expensas del drama del terremoto.
Sabemos que los ricos, unos pocos, ganan miles de millones mensuales y cientos de miles de chilenos y chilenas en la precariedad, ganan incluso menos  que el irrisorio sueldo mínimo que consiguió la CUT.  Sabemos que somos el reino de la desigualdad.
Hoy por hoy, con el precio en que está el cobre, si este fuera chileno, podríamos tener salud, educación gratuita y de calidad para todos nuestros compatriotas.
Sabemos, que se llevan el cobre, el oro, el uranio, el litio por miles de toneladas y nos dejan migajas y los hoyos para que las generaciones futuras puedan enterrar a los desaparecidos. La madre tierra se está muriendo con nosotros en el norte, en el valle, en el sur.
Pero también hoy, sabemos que la ideología de la corrupción recorre a los políticos y a la burocracia sindical, empresarial y a la policía.
Necesitamos, reinventar la política, decirle chao a los políticos y los burócratas actuales y bregar porque nazca una nueva política desde los movimientos sociales, desde el pueblo.
Arrebatarle el monopolio de las decisiones a la elite de poder, elite que está compuesta por militares, políticos de la concertación, de la Alianza por Chile, académicos de los centros de estudios y universidades, lobbistas, dueños de los medios de comunicación, dueños y ejecutivos de los grupos económicos y las transnacionales, que son el poder real. Lo demás es circo.
Que el pueblo mande, que la organización social mande, no el parlamento, que mas que bancadas políticas, son bancadas de los grupos económicos.
Quizás recordar nos haga bien, y pensar que muchos entramos a militar -como la inmensa cantidad de nuestros héroes caídos- por la indignación que nos produce la injusticia, la corrupción, el abuso, la explotación, la miseria, la desigualdad.
Queremos recordar no solo las vidas de los caídos, sino especialmente los contenidos, que para nosotros siguen plenamente vigentes.
Tal como ayer, ahora hay que volver a las raíces de todo, a la lucha de clases, a la rebeldía, que hoy tendrá otros caminos, es cierto, pero ellos no son, ni serán nunca, el acomodo, la desesperanza  o el olvido.
Poder popular ahora, es posible y necesario, tenemos que arrebatarle el monopolio de las decisiones a los políticos del sistema, luchar para que nuevamente el pueblo, en su diversidad, tenga voz y tenga un proyecto, que tome lo de ayer, crezca con la actualidad y se abra al noble objetivo de construir una patria con soberanía nacional y popular, que aporten a los procesos de cambio revolucionario que se viven en la región.
Con la memoria viva de los caídos, Construyamos un camino hacia la victoria.

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